lunes, 15 de octubre de 2012

CABA - MARIOTTO

Mariotto, el hecho maldito de la prensa gorila
Y lo es para el aparato mediático hegemónico, para la derecha variopinta, para los detractores de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y para toda la corte en seguidilla del neo-neoliberalismo sciolista; pero vayamos por partes para no levantar polvareda de confusiones. El monopolio mediático –encabezado por el Grupo Clarín– es un “grupo de tareas” como los que operaban durante la dictadura, como los que salían en el sigilo de la noche, para asesinar, secuestrar y torturar, y no exagero.
“Las formas que antes parecían garantizarle a los hombres un contorno común, que le aseguraban al lazo social alguna consistencia, perdieron su pregnancia y entraron definitivamente en colapso (…). Deambulamos entre espectros de lo común (y señalo yo: entendido lo ‘común’ como el espacio casi ‘natural’ de pertenencia e identidad desde el cual construir subjetividad): los medios, la escenificación política, los consensos económicos legitimados (…) la invocación civilizadora basada en el pánico (…). Cuando participamos de esos consensos (…), de esos pánicos, de esos circos políticos, de esos modos caducos de agremiación, o incluso de ese lenguaje que habla en nuestro nombre, somos víctimas o cómplices de un secuestro.”
Estoy tentado de continuar con la cita, que pertenece al filósofo húngaro-brasileño Peter Pál Pelbart –Filosofía de la deserción: nihilismo, locura y comunidad, Tinta Limón, Buenos Aires, 2009– porque nos conduciría a revisar cuál es ese “común” secuestrado –sí, desparecido, con toda la carga que tiene para nosotros la palabra– de nuestros tiempos, como nunca un “común” transformado en ámbito de la producción capitalista, como mercado, en este capitalismo que, además de timbero por dejarse estar entre las redes financieras y quizá tumbero también, por los estragos de violencia que produce entre las grandes mayorías, se caracteriza por ser “cognitivo”. Bien, como veo que caí en la tentación que pretendía evitar, aquí va lo que sigue de Pál Pelbart: “A diferencia de lo que ocurría algunas décadas atrás, cuando lo común se definía y era vivido como aquél espacio abstracto que conjugaba las individualidades y se sobreponía a ellas –fuera como espacio público, fuera como política–, hoy lo común es el espacio productivo por excelencia (…), el llamado trabajo inmaterial, la producción posfordista, el capitalismo cognitivo, son todos fruto de la emergencia de lo común: todos exigen facultades vinculadas a lo que nos es más común, esto es, el lenguaje y su haz correlativo: la inteligencia, los saberes, la cognición, la memoria, la imaginación.”
Eso es (somos) todo lo que el monopolio de la palabra nos secuestra, nos hace desaparecer, operando con un grupo de tareas, sigiloso y nocturno, tal cual alguna vez caractericé los haceres periodísticos de la corporación mediática, en el libro de trabajo colectivo sobre un modelo teórico desarrollado en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP, para aplicarlo tanto a la producción como al análisis de contenidos; se trata de una introducción a Intencionalidad Editorial, publicado en 2009 por el Centro Cultural de la Cooperación, en Buenos Aires.
Escribí en el título en las primeras líneas de este texto acerca del vicegobernador bonaerense, como verdadero hecho maldito para la prensa hegemónica –uno más entre todos los íconos del kirchnerismo, empezando por quien lo conduce, Cristina–, pues entonces para qué hoy apartarse de un ejemplo, el que sigue, que se refiere al desquicio de operaciones contra Gabriel Mariotto, pero que mañana le tocará a todo aquél o aquella que encarne en un territorio estratégico el trazado de país que postula el actual gobierno nacional.
Veamos entonces lo que le sucede al hecho bonaerense maldito del mundo gorila, de la prensa secuestradora de lo común, de nuestra palabra, identidad, memoria y conocimiento, según un relevamiento de contenidos periodísticos realizado por el colega Germán Celesia, de la AgePeBa, la agencia pública de noticias, perteneciente a la ya citada Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP.
“Los medios dominantes operan en su contra, por lo que dice y por lo que calla. El vicegobernador aclaró que nunca propuso que la provincia pague en pesos deudas en dólares, pero la prensa hegemónica afirmó lo contrario y después sostuvo que quien cambió de opinión fue el jefe del Senado provincial; jamás se le ocurriría reconocer su error y modificar la línea interpretativa.
“Daniel (por Scioli) lo tendrá que coordinar con su ministra de economía, pero esta es una decisión del gobernador. Si el gobernador nos consulta va a contar con todo nuestro apoyo, pero esto es algo que va a decidir Daniel Scioli”, dejó el claro el miércoles el vicegobernador, Gabriel Mariotto, consultado por los periodistas Jorge Rial y Carlos Burgueño en radio La Red. Antes, Mariotto había evaluado positivamente la decisión de gobierno de Chaco de avanzar en ese sentido. Montada en esa opinión, la prensa demonizadora mostró ayer al vicegobernador instando a imitar a Jorge Capitanich. Luego de las aclaraciones, realizadas para hacer frente a la campaña mediática, la respuesta de esa misma prensa fue sostener la idea de un cambio de postura del presidente del Senado bonaerense.
Clarín, que ayer había responsabilizado a Mariotto por una baja en la cotización de títulos públicos, habla de “tensión por la deuda” y titula “…pasó de querer pesificar la deuda a opinar todo lo contrario”, en un artículo firmado por Rodolfo Lara. En el epígrafe de la foto se habla de “reversa”. Y se agrega: “Gabriel Mariotto responsabilizó a la prensa por sus temerarias declaraciones”.
Para el matutino, “no fue suficiente” que el gobierno provincial garantizara el pago el dólares. En cambio, “la almohada o alguna reconvención desde ámbitos institucionales elevados persuadieron al presidente del Senado de moderar su enfoque político”, especula el periodista, sin fuente ni fundamento alguno; la idea es apuntar contra el vicegobernador, porque, como reconocen en su entorno y hasta en el propio gobierno nacional, la derecha cree que, de esa forma, dispara contra Cristina, el blanco último de la furia reaccionaria.
“Se formuló una especulación a partir de una pregunta y esa especulación traída de los pelos se convirtió en un título que era el que quería lograr la prensa del sistema, pero bajo ningún aspecto hice referencia u opinión alguna a la metodología en que la provincia va a llevar a cabo respecto a honrar sus deudas; y no me corresponde emitir opinión o tomar esa decisión. La Legislatura va a acompañar lo que decida el gobernador en cualquiera de las direcciones es lo que respondí, pero bajo ningún aspecto se abrió la puerta para ninguna pesificación”, explicó quien efectivamente se convirtió en victima constante de las operaciones de los “grupos de tareas” periodísticos, los secuestradores de la palabra de todos y cada uno de nosotros.
http://www.infonews.com/2012/10/13/politica-42791-mariotto-el-hecho-maldito-de-la-prensa-gorila.php

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