miércoles, 21 de diciembre de 2011

Horacio Giménez; fue comisario de la Policía Federal Argentina (PFA), y desde ayer, está al mando de la policia CABA

A la Policía Metropolitana le faltan tres meses para cumplir sus primeros dos años en la calle, pero  en su corta vida, por su conducción ya pasaron cuatro jefes. El último en asumir el mando de unos 2500 hombres uniformados, lo hizo ayer ante el jefe de gobierno, Mauricio Macri. Su nombre es Horacio Giménez; fue comisario de la Policía Federal Argentina (PFA), y desde ayer, está al mando de la 26ª fuerza de seguridad del país que, entre el 3 de julio y el 25 de agosto de 2009, tuvo como primer jefe al ex comisario mayor Jorge “Fino” Palacios”, el ex hombre fuerte de la PFA que tuvo que abandonar el cargo cuando supo que sería procesado por la Justicia Federal en la causa que investiga el atentado contra la AMIA.
Ayer por la mañana, ningún capítulo de esa accidentada y polémica historia fue mencionado por el alcalde porteño, ni por su ministro de Justicia y Seguridad, Guillermo Montenegro, el ex juez federal que sobrevivió a la crisis por la designación de Palacios, luego puso como jefe al ex comisario Osvaldo Chamorro (que antes fue mano derecha del Fino) y más tarde aceptó el nombramiento del ex diputado conservador Eugenio Burzaco, el funcionario que, sin pena ni gloria, dejó el cargo hace 15 días. En su lugar, tal como lo indicaron distintos anticipos de Tiempo Argentino, fueron designados dos ex federales de alto rango, que no pudieron continuar con sus carreras, tras la purga de cuatro decenas de comisarios, despedidos por la ministra de Seguridad de la Nación, Nilda Garré. Ellos son Giménez y el ex comisario mayor Ricardo Pedace, dos altos mandos de la Federal que, hasta la toma del Parque Indoamericano, revistaron como superintendente de Interior y Delitos Federales Complejos y secretario general. Ambos, este año, pasaron a retiro luego de la designación de Enrique Capdevilla como jefe de la Federal.
Así como Giménez mantiene un estrecho vínculo con Capdevilla, debido a la prolongada carrera policial que compartieron, Pedace registra antiguas relaciones con el duhaldismo y con los hombres que reportan al ex jefe de la SIDE Miguel Ángel Toma, como el actual vicepresidente 1º de la Legislatura Cristian Ritondo, que en 2002 se desempeñó como viceministro del Interior de la presidencia provisional de Duhalde. En esos días, los pasos del ex presidente interino  eran controlados por un celoso comisario Pedace, quien estaba a cargo de la custodia personal del caudillo bonaerense que tuvo que adelantar las elecciones generales luego del asesinato de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, el 26 de junio de 2002.
Ayer, ante todos los efectivos de la Metro, los dos ex hombres de azul juraron ante Macri y su vicejefa María Eugenia Vidal. “Les tocará enfrentar situaciones complicadas porque se viven días difíciles en las calles”, dijo el magnate reelecto. Luego, Giménez habló ante sus oficiales, y en un discurso casi electoral, les prometió trabajar con “el propósito de  lograr que todos los porteños sigan depositando su confianza en su policía”. Tras la ceremonia, juraron 500 nuevos cadetes y nadie se animó a mencionar la herencia del Fino. El ex hombre de confianza del FBI, tendrá un aniversario íntimo el próximo 19 y 20 de diciembre, cuando se cumpla una década de la represión policial que ordenó en Plaza de Mayo. 

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